En esta ocasión les quiero platicar acerca de un problema que desde hace mucho he tenido en mi casa. Mi casa es austera, no tenemos muchos lujos pero considero que está mejor que como estaba hace 30 o 40 años. Mi familia y yo hemos vivido ahí toda la vida, de hecho, esa casa ha pasado de generación en generación, y nos ha costado mucho esfuerzo y sacrificio construirla y... bueno, la verdad todavía hay que hacerle muchas reparaciones y darle mantenimiento. No es la casa perfecta, podría esta mucho mejor, pero es funcional y con el tiempo hemos ido corrigiendo varios desperfectos.
Dentro de uno de los problemas que no hemos podido resolver es el de unas goteras que tenemos. Llevamos más de 20 años batallando con este problema y en el proceso hemos pasado por varios contratistas que han dejado mucho qué desear.
Desde hace más o menos 20 años también ha habido un contratista que nos ha estado pidiendo por favor que lo contratemos, que le demos una oportunidad porque él no es como los otros. Nos ha dicho que nos garantiza el trabajo, que él es honesto y que no lo hace por dinero como los otros, y la verdad es que ha hecho que los otros contratistas se vean muy mal. Cualquier error que cometen, él ha sido el primero en identificarlo y en hacérnoslo notar. A veces pienso que exagera, pero él siempre nos ha dicho que él es la mejor opción para hacer esas reparaciones que tanto necesitamos.
En una ocasión le dimos un cuarto para que nos lo remodelara. La verdad nos salió más caro de lo que estimamos y surgieron problemas que no contemplamos, de hecho nos enteramos que él ni siquiera cumplía con los requisitos de contratista para remodelar cuartos y luego cachamos a uno de sus ayudantes sobornando a unos proveedores con unos fajos de dinero amarrados con ligas. Aún así terminó la remodelación no sin unos cuantos problemas legales por unas violaciones de construcción que hizo. No era lo que esperábamos y puso ahí unas cosas en medio que no se ven muy bien, no sirven para nada y solo estorban. Lo peor es que cuando le preguntamos que cuanto había costado y a dónde había ido el dinero que pagamos de mas, nos dijo que no nos podía dar esa información hasta dentro de 12 años. Qué raro.
En fín, desde que nos hizo ese cuarto se volvió muy insistente en querer reparar otros problemas más importantes de la casa. Total que después de tanta insistencia, de sentirnos decepcionados por los malos resultados de los contratistas anteriores y pensar que no teníamos nada qué perder (las goteras no pueden estar peor de lo que ya estaban), por fín decidimos darle la oportunidad en Julio del 2018 y dijo que iba a comenzar los trabajos el 1ero. de Diciembre de ese mismo año. La verdad nos sorprendió cuando vimos que en realidad empezó a trabajar desde Septiembre trayendo a varios ayudantes a que nos explicaran como iba a estar esta transformación que querían hacer.
De antemano nosotros sabíamos que era imposible lo que nos había prometido de, arreglar desde el primer día que empezara a trabajar, un problema que habíamos tenido por años, que se veía que no era fácil resolverlo, y que aparte requería mucho trabajo, pero él nos dijo que para él todo eso era fácil, que solo era como tapar un hormiguero, que desde cuando se requería gran ciencia para tapar unas cuantas goteras y que no entendía porqué los otros habían estudiado tanto para algo que era tan sencillo. Desde ahí se ganó nuestra confianza ya que sabíamos que sus intenciones eran buenas y tenía el corazón en el lugar indicado. Lo que también le creímos es que nos iba a salir mucho mas barato que los anteriores porque los materiales que iba a utilizar no eran tan buenos pero eran más económicos y al final servían para lo mismo. Las personas que iban a ayudarle no sabían mucho, pero eran honestas y no cobraban mucho y a los que lo hacían, los obligaba a bajarse el sueldo. Nos dijo que los otros sólo habían comprado materiales con sobre precio para favorecer a sus proveedores favoritos y que se habían dedicado a contratar a puros profesionistas especializados en materiales, estructuras y arquitectura que lo único que hacían era cobrar caro, y pues bueno... ¿a quién no le gusta ahorrar dinero?
Mi esposa que es un poco más desconfiada una vez me preguntó ¿A partir de cuándo le empezamos a exigir que nos de resultados? Yo le contesté que había que darle el beneficio de la duda. Yo creo que el nuevo contratista notó esto porque se ofreció a darnos un reporte todas las mañanas de cómo iba la obra. Eso nos tranquilizó mucho porque ninguno de los otros lo había hecho. Según ellos siempre estaban ocupados trabajando y no tenían tiempo para eso mas que una vez al año. Desde ahí se notó la diferencia y bueno, comenzaron los trabajos bajo su supervisión y responsabilidad.
Después de un tiempo, nos dimos cuenta de que no sólo no se habían arreglado las goteras, si no que ahora teníamos más que antes. Le pedimos una explicación al nuevo contratista y como respuesta nos dijo que la culpa la tenía el contratista anterior y el anterior y el anterior del anterior porque habían hecho todos un muy mal trabajo, aunque, ahora que lo pienso, nunca nos dio pruebas así concretas de lo que lo que hicieron los otros no servía. También nos dijo que si lo hubiéramos contratado a él antes, nunca hubiéramos tenido goteras en primer lugar. Mi esposa y yo nos preguntamos si esto era una respuesta aceptable. Al final decidimos tener paciencia y si los otros no habían podido con el problema en tanto tiempo pues es sólo justo que se le continúe dando el beneficio de la duda.
Pasó un tiempo más y un día lo vimos demoliendo parte del techo de un área nueva de la casa que todavía no terminábamos de construir y donde ni goteras había. Al cuestionarlo, nos dijo que en primera, todo era culpa del contratista anterior, y que para ahorrar dinero, salía más barato derrumbar el techo que continuar con el trabajo que se había venido haciendo. Nos dijo que consultó con los vecinos si debía tirarlo o no, y que aunque sólo participaron 3 de los 15 que tenemos, 2 habían dicho que sí, que se demoliera el techo. Nos ofreció que en lugar de eso nos iba a poner unas láminas y que iba a aprovechar pedazos de otros lados de la casa para que se viera bonito. Después de que se nos pasó el coraje, mi esposa y yo pensamos que de todos modos esa área de la casa ni la usábamos y ya para no tener más problemas permitimos que su equipo continuara con la destrucción de esa parte de la casa. Lo malo es que todavía tenemos que pagar por las reparaciones que se habían hecho a esa área y ahora ya ni techo tenemos, pero aparte le vamos a tener que pagar a él por las reparaciones que le quiere hacer. Estoy comenzando a dudar que esto nos vaya a salir más barato.
Como a mitad del año pasado, mi esposa me preguntó si no era tiempo de empezarle a pedir al contratista un plan concreto para resolver nuestro problema porque ella veía que la casa estaba cada vez más desordenada, había más goteras y ahora no teníamos techo pero los escombros seguían ahí. Desafortunadamente yo había estado muy ocupado en mi trabajo y no tuve tiempo de seguir con atención el progreso de la obra, pero creo que sí va a llegar un momento en que tengamos que exigirle resultados. De hecho la otra vez platiqué con él así rápido y me dijo que como todo lo que habían hecho los contratistas anteriores estaba mal, estaba pensando que para arreglar las goteras era más fácil derrumbar la casa y volverla a construir y que para eso iba a tener que extenderle el término de su contrato. Me pareció bueno el chiste... espero que haya sido broma.
Lo que sí ya me está cansando un poco es su actitud muy poco profesional de no hacerse responsable. Cualquier error que hace, busca cómo echarle la culpa al contratista anterior, dice que le está saboteando la obra, o también culpa a los proveedores de materiales que no se los entrega porque no les ha pagado. Tampoco veo que nos esté sirviendo de mucho que se levante a las 5 de la mañana todos los días para darnos un reporte de dos horas de todo lo que no ha hecho. La verdad pienso que ese tiempo estaría mejor aprovechado si se dedicara a resolver los problemas que es para lo que lo contratamos, en lugar de repartir culpas y para pedirnos más dinero. El otro día en una de esas reuniones matutinas nos dijo que cómo no le habíamos reclamado así a los otros contratistas, que goteras siempre habíamos tenido y que ahora resultaba que hasta ahorita veíamos el problema o que habíamos callado como momias y ahora estábamos gritando como pregoneros. Fue una sesión un poco rara. Otra cosa que he notado es que a las reuniones invita a sus trabajadores y cuando le estamos preguntando algo que no le parece, uno de sus trabajadores toma la palabra y le pregunta a qué hora va a ser el almuerzo ese día o algo así intrascendente. Aparte de que se me hace una pérdida increíble de tiempo y de recursos, veces pienso que lo hace solo para desviar la atención y que ya no le preguntemos de cómo va con los trabajos de la casa.
Más recientemente mi esposa ya un poco frustrada me recordó que la razón por la que elegimos a esta persona para hacer este trabajo fue precisamente porque él dijo que sabía como arreglar nuestro problema, nos dio una garantía de que desde el primer minuto veríamos resultados. Lo contratamos para que nos diera soluciones. Ya sabemos que los contratistas anteriores no dieron los resultados esperados, precisamente por eso ¡lo contratamos a él! Le dije que yo también sentía que no había mucha diferencia en comparación a los otros contratistas, con la excepción de que ahora no sabía ni quienes eran los proveedores y que ya tenía quejas de ellos de que no se les ha pagado y me explicaron que la falta de materiales es porque el contratista cambió la forma como se compraban y las órdenes de compra no salieron a tiempo. Tampoco he sentido que nos esté saliendo más barato. Sólo espero que no sea una de esas situaciones donde lo barato sale caro. Lo malo es que no se le puede decir nada porque se hace el digno y sale con que no lo confundamos, que no es como los otros. ¡Por favor!
Bueno, pues por si esto fuera poco, ahora resulta que no sólo se han multiplicado las goteras, no sólo tenemos parte del techo derrumbado, no sólo nos hemos quedado sin dinero para el material y sin material, ¡no! si no que ahora ya nos empieza a fallar el sistema eléctrico de la casa porque el agua se está filtrando por una de las goteras nuevas y está causando un corto circuito en la caja de fusibles. También ahora tenemos una fuga de agua porque al demoler el techo, se rompió una tubería y ahora no podemos usar uno de los baños de la casa. Total que nuestro problema original no sólo no se ha resuelto si no que se ha agravado y tenemos muchos más problemas que antes no teníamos. El otro día decidió cerrar unas tuberías de gas y ocasionó una explosión. Lo que sea de cada quien, a los contratistas anteriores no les había pasado eso. A veces pienso que tanto este contratista como sus empleados no tienen la menor idea de lo que están haciendo. Al principio creí que era la curva de aprendizaje, pero estoy comenzando a sospechar que más bien que son una bola de ineptos e incompetentes.
Les cuento que al principio de este año decidí por fin confrontar al contratista con estos reclamos y ¿saben qué me dijo? ¡que seguramente mi esposa y yo estamos manipulados por el contratista anterior! Después me dijo que ya está organizando una tanda para reparar los daños que él mismo causó, pero que nosotros tenemos que comprar todos los boletos de la tanda. No me queda claro en qué nos beneficia eso, pero bueno, ¡ya! con que ya sirva para arreglar algo, que haga lo que quiera. ¡Ah! y luego aparte de todo, me dijo que el problema es que no nos gusta el cambio, que si ya lo hubiéramos dejado demoler la casa y construir una nueva a su gusto y estilo ya no estaríamos teniendo estos problemas, pero que estamos poniendo mucha resistencia.
De locos, ¿no? Contratamos a esta persona para que nos arreglara el problema de las goteras, no para que se tomara atribuciones y tomara decisiones como si él fuera el dueño de la casa, ni mucho menos para que la destruyera. Lo contratamos para que lidereara la obra y se hiciera responsable por ella, y siento que siempre nos da puras excusas, nunca nos contesta lo que le preguntamos y se pone a hablar de beisbol. Por cierto, en la última reunión que tuvimos con él en la mañana de ayer, nos dijo que ya puso a vender nuestros autos porque al paso que vamos, no nos va a alcanzar para evitar que un muro que sostenía el techo que quitó se termine por caer, ¡ah! y que el otro día había dejado la puerta abierta y se metieron unos delincuentes a robar. Él se dio cuenta y se organizó con sus empleados para capturarlos y al parecer lo lograron, pero algo salió muy mal porque al final los tuvieron que dejar ir quesque porque los amenazaron con que otros delincuentes iban a llegar a la casa e iban a hacer un desastre hasta que los soltaran. El contratista me dijo que fue lo mejor que pudo hacer para evitar un desastre mayor. Yo le dije que para evitar el desastre hubiera bastado con que no hubiera dejado la puerta ¡abierta! De verdad que esas cosas sólo me pasan a mi.
En realidad no sé qué hacer, ya van más de 15 meses y no veo mejoras por ningún lado. Yo creo que voy a esperar otro año a ver cómo nos va porque en verdad yo creo que sus intenciones son buenas y realmente sí quiere resolvernos nuestro problema de las goteras. Yo confío en que todo va a estar bien. Yo quiero que le vaya bien a él, porque si le va bien a él y hace un buen trabajo, le va a ir bien a mi casa, a mi familia y a mí. Lo que me preocupa un poco es que ya se gastó la mitad del dinero, y mucho del dinero que le dimos lo usó para cosas que no tienen nada que ver, aparte de que gastó mucho dinero destruyendo todo lo que habían arreglado los contratistas anteriores. Ya le dije que sólo me queda dinero para un año más y que la situación estaba difícil ya que habíamos perdido el ingreso de mi esposa porque renunció a su trabajo para poder estar más al pendiente de que no se siga deteriorando nuestra casa con lo que está haciendo. Lo bueno es que él me aseguró que todo iba bien y que lo mejor era que ni siquiera tenía que cambiar la forma en que se están haciendo las cosas y que mi esposa está feliz, feliz, felíz... A veces me pregunto si él tiene otros datos porque yo veo otra cosa.
Cuando comenzaron los trabajos él me había dicho que toda la obra se podía concluir sin necesidad de obtener ningún préstamo. A principios del año pasado me apostó que para finales del año iba a haber un avance de 40%, después lo bajó a 20% y total que no sólo no hubo avance, si no hasta un retroceso. Todavía estoy viendo como le hago para cobrarme la apuesta porque cuando se lo mencioné me dijo que debería estar agradecido de que por lo menos todavía tenía casa.
Lo único bueno es que todavía tengo buen crédito con el banco, aunque ya me amenazaron con subirme los intereses y a reducirme mi calificación si sigo gastando así porque va a llegar un momento en que no les voy a poder pagar... en fin yo creo que los bancos siempre se equivocan y no voy a tener problemas si les pido más dinero, al fin que ellos tienen mucho. Sí, yo creo que eso es lo que voy a hacer, hay que darle otra oportunidad, al fin que.... yo creo que.... sí, tiene razón el contratista, antes estábamos peor, los otros hicieron todo mal y como dice, goteras en mi casa... siempre hemos tenido. ¿Ustedes qué harían?
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